Se
encontraba sola, sentada en la cafetería del Belere Hotel, en Rabat, su
favorito de entre los que solían utilizar cada vez que visitaban la capital
marroquí. No tenía grandes lujos, aunque cumplía con creces las expectativas de
quien, como ella, buscaba ante todo descanso y un oasis de paz. Por si eso no fuera
suficiente, no se encontraba demasiado alejado de la Embajada española,
cuestión que había que tener en cuenta cuando estaba fuera de España y
realizaba actividades que poco tenían que ver con el turismo. Sus compañeros
aún no habían dado señales de vida. Todavía seguían descansando del duro viaje
del día anterior. Ella no había podido evitar levantarse temprano y, una vez
despierta, la idea de un buen café no la había dejado volver a conciliar el
sueño.
(Fragmento Capítulo 4 de Secretos bajo la hierba - Juan José Marín)
(Fragmento Capítulo 4 de Secretos bajo la hierba - Juan José Marín)
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